jueves, 24 de noviembre de 2011

HUMANISMO (Principales exponentes)

PRINCIPALES EXPONENTES
ABRAHAM MASLOW (1908-1970): Es una de las figuras más conocidas de la psicología humanística. Intenta formular un sistema holístico abierto a la variedad de la experiencia humana y, por tanto, rechaza el establecimiento de un método único para acercarse a esta diversidad.   Para Maslow la persona progresa al ir superando una serie de necesidades ordenadas jerárquicamente de mayor a menor importancia biológica y de menor a mayor importancia psicológica.


Establece una jerarquía de necesidades:
       Necesidades fisiológicas: pertenecen a un nivel básico, pero tienen un componente de individualidad (comida, agua, sueño...)
       Necesidades de seguridad. Necesidades de pertenencia y amor: su frustración produce problemas humanos de ajuste.
       Necesidades de estima: sentirse competente, ser reconocido por los propios logros y sentirse adecuado.
       Necesidades de desarrollo o de autorrealización, que culminan en la “experiencia cumbre” (sentimiento de alcanzar una meta como ser humano).


CARL ROGERS  (1902-1987):
Es quizás el más influyente y conocido dentro de la psicología humanista. Propone la terapia centrada en el cliente: el individuo posee en sí mismo medios para la autocomprensión, para el cambio del concepto de sí mismo, de las actitudes y del comportamiento autodirigido; estos medios pueden ser explotados con sólo proporcionar un clima determinado de actitudes psicológicas favorables.
Premisas fundamentales:
Enfatiza la actitud y cualidades del terapeuta como elemento esencial del cambio; destaca cualidades tales como empatía, autenticidad y congruencia. Se interesa particularmente por la comprensión y descripción del proceso de cambio en las personas, señalando estos índices de evolución: De sentimientos desconocidos, se pasa a reconocerlos como propios. De la incoherencia, se toma conciencia de las contradicciones. De la negación de los problemas, se toma conciencia de la implicación en ellos. De la centración en los síntomas, se centra en el yo. Del conflicto con la propia experiencia, se acepta la experiencia. De la centración en el pasado, se centra en el presente.


ROLLO MAY (1909- 1994) :
May tiene una influencia marcadamente existencialista y un pensamiento independiente, impulsa la visión humanista de la psicoterapia, pero critica la exclusión de los elementos negativos de la naturaleza humana que postulan algunos autores humanistas.
Propone el concepto de dilema del hombre; este concepto se origina en la capacidad del hombre para sentirse como sujeto y como objeto al mismo tiempo. Así el terapeuta puede analizar la conducta del paciente como objeto y empatizar con su problema como sujeto. Aceptando este dilema no puede considerarse al ser humano como “puramente libre” o “puramente determinado”.


Propone como características de la terapia existencial las siguientes:
       Su objetivo es el de aumentar la conciencia del cliente respecto de  su propia existencia.
       La técnica debe estar subordinada al conocer, y seguir, el conocimiento, por tanto, debe ser flexible y ajustarse a las necesidades de cada cliente.
       El terapeuta y el cliente son dos personas en una auténtica relación.
       El terapeuta debe escuchar con atención y respeto, considerando que cada cliente tiene una significación particular según su contexto de vida.
       El terapeuta procura analizar todas las formas de comportamiento de él y del cliente, que impiden el encuentro real entre ambos.
       La terapia existencial se caracteriza por la importancia que da al compromiso o verdadero modo de estar vivo

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